El presidente Pedro Pablo Kuczynski se reunió ayer con su homólogo estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca. Pero la reunión que había sido pactada por 40 minutos, duró solo 12 minutos, no se permitió preguntas de la prensa y no hubo un apretón de manos de despedida.
La cita, que ha sido calificada como un desaire al mandatario peruano, si bien es cierto se realizó en el lugar agendado: la Oficina Oval, despacho oficial del gobernante estadounidense, no se habría permitido a PPk abordar temas trascendentales para el país y la región, como la lucha antidrogas.
Fuentes de la Csaa Blanca señalaron que el encuentro resultó incómodo para el mandatario peruano, quien en septiembre calificó como “un crimen” el plan del entonces candidato Trump de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México y cuyo levantamiento inmediato ordenó en un decreto emitido el 25 de enero.
Kuzcynski, un liberal de derecha que dirigió un fondo privado para promover el acceso al agua, también criticó al gabinete de Trump, asegurando que el medioambiente está “bajo ataque”.
Cabe precisar que el primer presidente de un país latinoamericano en visitar a Trump debió ser el mexicano Enrique Peña Nieto, quien canceló la cita en medio de la crisis diplomática generada por la orden del estadounidense para construir el muro en la frontera entre ambos países.
EXTRADICIÓN DE TOLEDO
Al salir de la Casa Blanca, Kuczynski dijo que apenas habló “unos segundos” con Trump sobre la petición peruana de que EEUU deporte o extradite al ex presidente peruano Alejandro Toledo, al asegurar que ese tema lo “maneja el poder judicial” estadounidense.
“Ese es un tema judicial del cual no se ha hablado por más de unos segundos en esta reunión, es un tema que lo maneja el poder judicial en el Perú, el poder judicial aquí, eso seguirá su curso. Nosotros no estamos directamente envueltos en eso”, dijo el mandatario peruano.
Consultado sobre si el gobierno peruano planea pedir a Estados Unidos la “prisión provisional” para Toledo, Kuczynski respondió que no. “Lo único que he explicado es que esto es un proceso judicial y respetamos el debido proceso judicial”, agregó.
El gobierno peruano pidió este mes al estadounidense que evalúe la posibilidad de deportar a Toledo, que tiene residencia en California y que está acusado por la Justicia peruana de recibir un soborno de USD 20 millones de la empresa brasileña Odebrecht.
Los Departamentos de Justicia y de Estado de EEUU no han hecho comentarios hasta ahora sobre la posibilidad de deportar a Toledo, al asegurar que su política habitual es la de no pronunciarse sobre asuntos relacionados con extradiciones
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