Posted: 20
Oct 2013 04:36 AM PDT
Toledo y Garcia afectan
imagen del país.
Tres
expresidentes.
1.- Uno está condenado por
crímenes de lesa humanidad,
2.- otro investigado por
conmutar penas a 3200 sentenciados por narcotráfico
3.- y otro por comprar casas
con dinero enviado de Costa Rica.
Un grave daño a la imagen del país y a la institución presidencial
viene generando los procesos a los expresidentes Alberto
Fujimori, Alejandro
Toledo y Alan García. Se trata de los últimos mandatarios vivos que se encuentran
procesados por temas de corrupción casi de manera simultánea, situación que es única en América
Latina y que habla muy mal de
nuestro sistema político.
Así lo señalaron políticos, juristas y
analistas en diálogo con LA PRIMERA, quienes advirtieron que cada caso es
distinto al otro, incluso Fujimori está en prisión, pero el denominador común es
que los tres son investigados por casos de corrupción.
El congresista Víctor A.
García Belaunde dijo que el hecho de ver a tres expresidentes procesados
“es una mala imagen para nuestro país en general,
para nuestros políticos, nuestra clase dirigente y nuestra democracia, aunque
uno de ellos que purga pena (Fujimori) no ha sido precisamente
democrático”.
Señaló que el caso de
Fujimori comparado con los de Toledo y García es totalmente diferente, pero
igualmente están siendo investigados por corrupción, “con o sin razón, la noticia misma le hace daño al
país”.
“No conozco un país
diferente al nuestro donde sus tres expresidentes vivos tengan algún tipo de
cuestionamiento. En América Latina es el primer caso y eso no es una buena
noticia, independientemente que las acusaciones sean ciertas o falsas, el hecho
que haya una investigación congresal y judicial afecta la marca del país, la
confianza y la credibilidad”, aseguró García
Belaunde.
DESPRESTIGIO
El jurista Carlos Rivera dijo que el hecho de
que los últimos tres presidentes estén procesados por corrupción y uno de ellos
preso, “claro que afecta y mucho, porque no solo se trata del desprestigio y la
figura de quien ocupa la presidencia, sino de todo lo que representa, pues el
presidente en términos de la Constitución es quien personifica la
Nación”.
En su opinión es un asunto sensible para un
régimen democrático. “Si eso le ocurre al presidente, si en eso está
involucrado, qué se puede esperar de funcionarios de menos nivel, donde hay
menos control”, comentó.
Sostuvo que el caso de Fujimori es la mayor
muestra de cómo la figura presidencial puede convertirse en una organización
criminal. “El caso de García es mucho más grave que el de Toledo, pero el de
Toledo significa un mayor desaire por lo que significó. Fue un emblema de la
lucha contra la corrupción y la restitución de la democracia, por eso hace más
daño”, señaló.
Henry Cotos
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