miércoles, 30 de diciembre de 2015

Narcocandidato es parte de la mafia

Jaime Antezana describe el perfil de un candidato que representa al narcotráfico y de los que reciben financiamiento de las organizaciones de la droga.
El experto en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, dijo que el candidato presidencial del narcotráfico es parte de la mafia misma, que con el tiempo se ha consolidado económicamente y se presenta ahora como un empresario exitoso, pero basa su fortuna en las actividades ilícitas que realizaron sus parientes que eran narcos y nunca dejaron de serlo.
“El narcocandidato presidencial al que nos referimos no es alguien que recibe financiamiento del narcotráfico, no. Es un candidato que proviene de las mismas cloacas del tráfico de drogas y el lavado de activos que sale directamente del negocio blanco y, por lo tanto, tiene mucho dinero”, refirió.
EL PROCESO
Antezana resumió el perfil de los narcocandidatos de la siguiente manera: Provienen de un clan familiar de la droga. De 1970 a 1980 los parientes cercanos ligados al narcotráfico dan inicio a la primera etapa que es la del tráfico directo. La segunda etapa tiene que ver con acopio de la droga en el Vraem.

La tercera etapa es del lavado, aunque obviamente desde el año 84 empiezan a lavar, pero formalmente el lavado arranca de 1991 y eso va a la par de otros negocios, pues para lavar dinero también se necesita dinero fresco de procedencia legal.
Desde 1991 hacia adelante entran a la etapa en la que se convierten en empresarios. De tal forma que tienen una doble condición de lavadores de dinero y empresarios a la vez. Entonces empiezan a diversificar sus empresas o actividades, y el remate final es la incursión en política con un candidato presidencial propio, como está pasando en la actualidad, explicó
MODUS OPERANDI
Este modus operandi pretendió aplicar el clan aprista de la familia Oropeza, pero fue desbaratado tras la muerte de Américo Oropeza y luego con la captura de Gerald. Este clan aprista llegó a incursionar en política, aunque sin éxito, pero tuvo su avance y llegó a quemar algunas etapas, añadió.

Los Oropeza llegaron a ser candidatos, pero les faltó la fuerza de los votos populares para consolidarse, y también careció de una figura de corte empresarial para que uno de sus miembros crezca como figura pública.
La carrera del narcocandidato presidencial, explica el experto, arranca desde sus predecesores y sus parientes cercanos. Los miembros del clan empiezan como traficantes, siguen como acopiadores. La tercera etapa del lavado es hasta el 2002, pero a la vez siguen con el tráfico de drogas. Esos temas van por cuerdas separadas, pero continúan en paralelo.
LAS DIFERENCIAS
Del 2002 hacia adelante viene la diversificación de los negocios y de las actividades del lavado. Es bueno distinguir que hay algunos rasgos distintos, señaló, al anotar que el narcocandidato es el que proviene del negocio mismo del narcotráfico y es miembro nato del negocio.

En cambio el candidato pronarco, no es un narco en sí mismo, pero es un candidato financiado por el narcotráfico, por poderosas firmas que van a sostener las campañas, prosiguió.
A decir del experto, aparentemente el narcotráfico ha desaparecido del mundo oficial y ahora el narcocandidato aparece como empresario y se mezcla con otros candidatos programáticamente y entra a los debates buscando pasar desapercibido. El narcotráfico está agazapado, pero está ahí, detrás de los candidatos con todo su poder económico corruptor.
El narcotráfico tiene candidatos en 16 regiones y solo en Lima hay 6 candidatos patrocinados por los carteles. El narcotráfico está presente con mucha fuerza y, a diferencia del período 1980–2006, en la elección del 2016 va a tener candidatos propios al Congreso y también financiados, advirtió.
EL PABLO ESCOBAR
El especialista dijo que basta con leer la crónica de Nahuel Gallotta “Moravia, el barrio colombiano” en el que Pablo Escobar hizo obra, publicada por el diario El Clarín, del 3 de octubre de este año, para darnos cuenta que el Perú vive un proceso similar al que vivió Colombia a inicios de la década de los 80.

En ese artículo se señala que “Pablo Escobar llevaba años inaugurando canchas de fútbol y espacios deportivos en comunas humildes. También, siempre en sectores populares, sembraba árboles y hacía donaciones”.
Sostuvo que la similitud con lo que está pasando en la actual campaña electoral de nuestro país es más que evidente. “Aquí, si bien ningún candidato regala canchas de fútbol, sí hay candidatos que financian equipos deportivos y hacen regalos a los sectores populares o, como lo llaman en Colombia, comunas humildes. Así se construye una masa poblacional asistida y clientelar

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