¿La sociedad civil o la sociedad privilegiada?
En
las últimas semanas hemos sido testigos de una acción colectiva
iniciada por la "sociedad civil" contra las famosas fotopapeletas. A
diferencia de los mineros ilegales y la CGTP que salen con palos y
piedras a tomar calles, los organizadores de la acción colectiva contra
las fotopapeletas no usaron la violencia. Usaron simplemente su acceso
al poder.
Veamos las similitudes que existen entre los mineros
ilegales y los organizadores de la acción colectiva contra las
fotopapeletas:
Ambos grupos cuestionan la autoridad del Estado
para poner orden en una situación donde existe caos, desorden,
ilegalidad e informalidad. No olvidemos que las papeletas son producto
de la violación de normas de tránsito.
Ambos grupos esgrimen como
pretexto para sus protestas el abuso del Estado y los altos costos de
transacción que el Estado impone, ya sea para formalizar la concesión
minera, o para cumplir con una regla de tránsito.
Ambos grupos congregan gente con capacidad y recursos de organización.
Ambos
grupos son privilegiados. Por un lado, los mineros ilegales están
defendiendo una renta del Estado y por el otro el privilegio de circular
por la calle a la velocidad que quieran sin que la Policía los
sancione.
¿Por qué estos grupos que representan a una minoría de
ciudadanos (las fotopapeletas tienen 43,000 'Me gusta" en Facebook)
tienen la capacidad de hacer que el Estado escuche su "voz"? ¿Qué es lo
que sucede con las millones de personas que viven en Lima y circulan en
transporte público? ¿Es que acaso ellos no tienen la posibilidad de que
el Estado escuche sus reclamos por el exceso de velocidad y la
inseguridad del transporte? ¿Y los millones que viven en comunidades y
que se ven afectados por la deforestación y la contaminación producida
por la minería ilegal?
La sociedad civil
llegó hasta el ministro del Interior, a la Comisión de Transporte y a la
de Defensa del Consumidor. Atacando a policías y sosteniendo que eran
corruptos logró que el ministro recule. Cosa que en este gobierno no es
muy difícil, pero que es una muestra de la absoluta debilidad
institucional del país y de la falta de cohesión política. Una sociedad
antiweberiana, donde las leyes solo se aplican para aquellos que no
tienen poder económico ni acceso al poder político y mediático.
Los
ciudadanos no entienden que hay un vínculo directo entre las
autoridades políticas que llevan al poder y el desarrollo del país. Lima
es un caos, pero usted votó por la tía bacán y luego por el No a la
Revocatoria. Este es el resultado. Cuando se elige a una autoridad se le
da el poder de llevar la voz de los ciudadanos y de representarlos, y
por ello se le debe exigir rendir cuentas. Pero, no hay incentivos para
hacerlo. La revocatoria era uno, ¿pero se acuerda que nos dijeron que
era "por la institucionalidad"?
En un país con debilidad
institucional, sin cohesión política para que los ciudadanos logren ser
escuchados hay dos opciones, o usar la violencia o los privilegios del
acceso al poder.
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