Originalmente escrito por Evan Fagan, Analista en el Consejo de Asuntos Hemisféricos
Traducido al español por Briseida Valencia Soto, Analista en el Consejo de Asuntos Hemisféricos
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Desde que el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, decretó la Reforma Educativa en el 2013, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha sido cada vez más activa en su crítica. Las intenciones de la reforma eran aumentar la posición competitiva de México en cuanto al Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en la que en el 2012, México obtuvo el último lugar entre los 32 países participantes.[1]Recientemente, el 15 de mayo del año actual, la CNTE comenzó una huelga indefinida contra las reformas educativas neoliberales de Peña Nieto, demandando diálogo y negociaciones con el gobierno.[2]
Los medios de comunicación nacionales e internacionales han criticado a la CNTE y sus exigencias, acusándola como corrupta y abusiva desde el inicio de su campaña contra la Reforma Educativa en 2013. Aunque algunas afirmaciones de los medios de comunicación son verdaderas, particularmente en relación a las prácticas organizacionales problemáticas de la CNTE, es importante no ignorar lo que muchos profesores y padres exigen: la protección de los estudiantes indígenas contra los intentos de privatizar el sistema educativo en México.[3]
La CNTE
Según su página web, “La CNTE es una organización de masas conformada por los trabajadores de la educación democráticos del país, independientemente de la burguesía y su estado, del charrísimo sindical y de cualquier organismo político, es decir, no es propiedad de nadie más que de los propios trabajadores de la educación.”[4] La CNTE también afirma estar involucrada en el alivio contra la opresión de clases independientemente de raza, sexo o religión. Además, no es una organización partidista, y uno de sus objetivos principales es hacer al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) más democrático y menos corporativista.[5]
Las diferencias principales entre el SNTE y la CNTE son las siguientes: El SNTE fue fundado en 1943, 36 años antes de la fundación de la CNTE (1979); y el SNTE tiene más miembros en comparación. Adicionalmente, la CNTE lucha por la independencia de uniones de maestros frente al gobierno y las autoridades federales, mientras que el SNTE trabaja bajo las directrices del gobierno. Otro aspecto diferente de la CNTE es su militancia: sus marchas frecuentes han causado la ausencias de maestros y el cierre de escuelas.[6] Por otro lado, las influencias del SNTE están intrínsecamente conectados al poder del gobierno federal.[7] De vez en cuando críticos describen el rol del SNTE como la “colonización del sistema educativo.”*[8] Esta crítica deriva de la relación entre el gobierno federal y el SNTE; y las intenciones del SNTE para homogenizar el sistema educativo en México a través de las evaluaciones de maestros.
La Reforma Educativa
En febrero del 2013, Enrique Peña Nieto implementó la primera gran reforma de su presidencia: comenzó la normalización de evaluaciones estandarizadas para maestros. La reforma dejó claro que tres faltas de evaluación por maestro resultarán en la terminación de su empleo. Peña Nieto afirma que, “Este es un paso importante y trascendental para mejorar la educación de los niños y jóvenes mexicanos.”*[9] Para muchos, la reforma parece una iniciativa razonable, ya que los jóvenes mexicanos obtuvieron un bajo resultado en educación en comparación con otros países.[10] Sin embargo, desde su creación, la reforma ha recibido muchas críticas. Un ejemplo metafórico de los problemas creados por la reforma es el de un autobús escolar despedazándose. la respuesta del gobierno a la reparación del autobús (el sistema escolar) es simplemente reemplazar el conductor (los maestros) y esperar un autobús nuevo y mejorado (el sistema escolar).[11]
Respuesta a la Reforma
Una crítica común de la reforma educativa es que es un claro intento neoliberal de Peña Nieto y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para privatizar el sistema educativo. Los investigadores de políticas reclaman que las reformas que transfieren la responsabilidad del éxito (y fracaso) del sistema educativo del estado a sus ciudadanos, se ha convertido en una “epidemia política.” El investigador Stephen J. Ball reclama que maestros dentro de la nueva epidemia de la política educativa neoliberal deben de:
“Organizarse como una respuesta a las metas, indicadores y evaluaciones. Deben de dejar sus creencias y compromisos personales, y vivir una existencia de cálculo. El nuevo trabajador es promiscuo y emprendedor, con una pasión por la excelencia.”*[12]
Andalusia Knoll, de la red de noticias The Real News Network, dice que la reforma de Peña Nieto alienta la autonomía de las escuelas, dando a los padres una mayor responsabilidad financiera pues las familias deberán de financiar la educación de sus hijos en lugar del gobierno.[13]
Alfonso Arellano, un maestro oaxaqueño y miembro de la CNTE, dice que la reforma y su consiguiente programa de evaluación de maestros en realidad no es una reforma educativa, sino una reforma laboral: trata los derechos de los maestros como los de cualquier trabajador, en lugar de construir un camino estructural verdadero en el sistema educativo nacional. Muchos maestros creen que las evaluaciones que se centran en la productividad y el rendimiento son muy universales y no toman en cuenta las realidades culturales y regionales del país. Por ejemplo, Ofelia Imelda Rivera Cortés, otra miembro de la CNTE, describe la mala infraestructura de muchas escuelas en áreas rurales del sur de México, diciendo que:
“Hay muchas comunidades donde no hay electricidad … [miembros del gobierno] quieren enviar el programa Enciclomedia (aprendizaje Digital) a una comunidad donde no hay electricidad. ¿Cómo va a funcionar? ¿O una computadora? Las propuestas del gobierno son por un lado muy ilógicas.”*[14]
Además del efecto de homogeneización de la reforma, muchas personas del sur de México incluidos varios grupos indígenas también critican el hecho de que la reforma requerirá la enseñanza del inglés como lengua extranjera. Comprensiblemente, esto podría ser beneficioso porque los estudiantes podrán participar y competir en el mercado laboral globalizado dominado por el idioma inglés. Sin embargo, es importante analizar los detrimentos de esta reforma. Por ejemplo, las lenguas indígenas serán aún más marginadas ya que el inglés y el español dominarán la región. Muchos de los miembros del CNTE vienen de comunidades originarias, o comunidades indígenas. En estas comunidades originarias, la mayoría de sus escuelas ya son bilingües: enseñan en español y otras lenguas indígenas como Mazateca. El enfoque de enseñar inglés preocupa a una gran cantidad de personas debido al futuro de las culturas indígenas y de sus lenguas. [15]
Las Críticas de la CNTE
Aunque es importante criticar los movimientos sociales, también es importante no olvidar que la CNTE está expresando lamentos legítimos. Con frecuencia, las críticas de la CNTE son demeritadas por muchos medios de prensa, catalogando a la CNTE como un movimiento social de valores y carácter pobres. Por ejemplo, acusan a la CNTE como un sindicato corrupto que simplemente no quiere ser evaluado y no quieren arriesgar la pérdida de sus trabajos debido a su incompetencia. Esta creencia empezó en 1992 cuando el gobierno le dio permiso a la CNTE para contratar y promover a quienes ellos desearan así como enjuiciar a los profesores en cortes autónomas y decidir cómo asignar los fondos del gobierno. [16] Sin duda, estos permisos han derivado bajas tasas de enjuiciamiento y acusaciones de impunidad entre los miembros de la CNTE.
El nepotismo es también un problema grave – en Oaxaca, el 36 por ciento de los profesores han obtenido sus trabajos de esta manera. En 2012, CNTE Guerrero institucionalizó la herencia de trabajos. Esto ha creado una fuerza de trabajo aristocrática, donde las plazas magisteriales se pueden transmitir o vender a profesores en un mercado negro. Además el sindicato controla la promoción de los profesores y la colocación geográfica de donde trabajan, lo que podría crear más corrupción. Por ejemplo, algunos oficiales dentro de la CNTE ofrecen puestos de maestros en áreas urbanas a cambio de servicios para el sindicato que incluyen: votos, asistencia a las marchas y la firma de peticiones.[17] Aunque éstas son preocupaciones reales dentro del grupo de maestros, no deben disminuir la validez de la postura de la CNTE en relación con la privatización y la desigualdad que crea la reforma educativa.
En un esfuerzo por debilitar la CNTE, la oposición siempre menciona el uso frecuente de huelgas y marchas por parte de sus agremiados. La oposición argumenta que cuando los maestros están en huelga y fuera de las aulas, los estudiantes, muchos de los cuales son indígenas en condiciones de pobreza que viven en Oaxaca y Chiapas, se quedan sin maestros y, por lo tanto, no pueden recibir una educación. En un artículo publicado en 2013 por Dissent Magazine, Benjamin T. Smith escribe que, “un niño nacido en Oaxaca en 2000 ya ha perdido más de un año (o una quinta parte de su educación) debido a las huelgas de los maestros.”*[18] Esto ha afectado seriamente la reputación del magisterio. La comunidad considera que los maestros cuentan con privilegios económicos y nepotismo. Un profesor promedio gana 33 por ciento más que el ingreso promedio nacional y tienen el lujo de estar ausente a expensas de los estudiantes.[19] Estos privilegios generan una antipatía por la CNTE y sus huelgas.
Conclusión
Hoy en día, la CNTE atrae la atención negativa de los medios de prensa. Por ejemplo, el 31 de mayo en Comitán, Chiapas, una facción disidente de la CNTE humilló a un grupo de maestros que llevaban una lista de personas que asistieron a clase con el propósito de no ser despedidos.[20] Además, los directores de las escuelas fueron obligados a caminar descalzos, a llevar letreros de sus cuellos con declaraciones como: “Somos traidores de la patria” o “soy un profesor con una suela grande,” mientras les cortaban el cabello frente a una gran multitud de personas. Los representantes de la CNTE afirman recientemente que la vergüenza pública se llevó a cabo por personas infiltradas, plantadas por el gobierno.[21] Sea la culpa de la CNTE o del gobierno por estos abusos, la CNTE debe de priorizar nuevas maneras de lograr un cambio en sus comunidades y en el sistema educativo nacional.
El gobierno también tiene que mejorar el trato a los maestros y estudiantes. Recientemente, el 11 de junio, Francisco Villalobos, Jefe de la CNTE Oaxaca, fue detenido y al día siguiente, las autoridades mexicanas detuvieron al Secretario General de la rama más militante de la CNTE, la Sección 22, Rubén Núñez. Ambas detenciones han iniciado el sentimiento de reclamo al gobierno de Peña Nieto y sus tácticas de “desapariciones” a los líderes de la CNTE. [22] Además, esto debe de demostrar que el gobierno Mexicano no está dispuesto a incluir a la CNTE en las negociaciones sobre la reforma de educación, y que están tratando activamente de frustrar la CNTE a través de los medios necesarios; creando más tensiones entre el gobierno y la CNTE. Además, en el 15 de junio diez mil maestros y seguidores establecidos en Chiapas marcharon a la Cuidad de México para exigir que el gobierno federal participe en nuevas negociaciones sobre la reforma de la educación, con la CNTE incluida en la mesa de negociaciones.[23]
Es crucial mejorar el sistema de educación, pero es imposible lograrlo sin la ayuda de los maestros en colaboración con el gobierno; especialmente cuando el gobierno está preocupado “arreglando autobuses escolares” en lugar de educar a los “conductores”. La CNTE debe de reconocer que los estudiantes son primero y encontrar soluciones innovadoras para detener las reformas problemáticas de Peña Nieto. Los estudiantes ya no tienen que sufrir las consecuencias de los fallos de la reforma. Entonces es urgente que el gobierno reevalúe su reforma educativa y escuche las críticas de la CNTE. En conclusión, el cambio añorado debe de tener en consideración a los estudiantes y tanto la CNTE como el gobierno deben de percatarse de ello antes posible para evitar así aún más conflictos y trabajar unidos por una reforma educativa real.
Originalmente escrito por Evan Fagan, Analista en el Consejo de Asuntos Hemisféricos
Traducido al español por Briseida Valencia Soto, Analista en el Consejo de Asuntos Hemisféricos
*Traducido por autor
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