El Ministro de Educación de Turquía, Ismet Yilmaz, anunció hoy que Turquía pondrá fin a la enseñanza de la letra manuscrita en la educación primaria
El Ministro de Educación de Turquía, Ismet Yilmaz, anunció hoy que Turquía pondrá fin a la enseñanza de la letra manuscrita en la educación primaria, reemplazándola por las letras de molde. Esta reforma se hará efectiva ya en el año escolar 2017-2018 y afectará en primer lugar a los alumnos del primer año de primaria, que ya no aprenderán la letra cursiva sino solo las letras de molde usadas en los textos impresos.
A partir del tercer año, los pequeños seguirán aprendiendo una forma de letra manuscrita, pero están en marcha trabajos de expertos para que esta letra sea menos cursiva y menos complicada, y se parezca más a las letras de imprenta, informa la agencia semipública Anadolu. Turquía emplea desde 1928 el alfabeto latino para escribir la lengua turca, con solo tres letras adicionales que no se emplean en ningún otro país europeo. No es el primer país que da el paso de abandonar la enseñanza de la letra manuscrita, ya que Finlandia lo hizo el año pasando, siendo pionera en este campo.
REFUGIOS.
Turquía acoge en la actualidad a más de tres millones de refugiados, de los que casi la mitad son niños. La educación para los infantes en edad escolar es un reto clave. Con 500.000 niños inscritos en educación formal en todo el país (en escuelas turcas y centros de educación temporales), se calcula que unos 370.000 refugiados no asisten a la escuela. Para subsanar esto, la Comisión Europea ha puesto hoy en marcha su mayor programa humanitario de todos los tiempos, de educación en situaciones de emergencia, para fomentar la asistencia a la escuela de unos 230.000 niños refugiados en Turquía.
El nuevo proyecto de educación se basa en el programa Red de Seguridad Social de Emergencia (ESSN), que la Comisión Europea puso en marcha en septiembre de 2016, y por el que se otorga una tarjeta de débito a los refugiados más vulnerables, de manera que puedan pagar para cubrir las necesidades básicas, como alimentos y cobijo. El proyecto, de 34 millones de euros, relativo a transferencias condicionales de efectivo para la educación (conocido como CCTE por las siglas en inglés), proporcionará bimensualmente transferencias de efectivo a partir de mayo de 2017 a familias de refugiados vulnerables cuyos hijos asistan regularmente a la escuela.
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